Vivencias de una avecilla inquieta.: semana santa

Para muchos, la Semana Santa son días de vacaciones y diversión; para los cristianos, ya muchos menos, son días de recogimiento y oración, es el tiempo que se dedica a conmemorar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

A muchos esta entrada no les dirá nada, pero para mí tiene un significado especial y por eso la hice: mi madre.

Ella vive con devoción todos los actos litúrgicos, para lo cual hay que tener muy arraigado, desde pequeño, ese sentimiento, que en ella es una tradición que le inculcaron en el colegio de monjas donde se crió. A mí, de paso, algo me toca y suelo acompañarla; así ella se siente más feliz. Disfruta con los preparativos para los actos procesionales, la mantilla y aderezos están a punto en estas fechas y se fija mucho en el decoro con que algunas visten pues, a pesar de ser muy moderna, estas cosas las tiene muy en cuenta.

Pertenece a la cofradía del "Señor de las Tribulaciones" de la parroquia de San Francisco de Asís en Santa Cruz de Tenerife. Esta Semana Santa del 2010 ha salido, como todas las anteriores, en procesión..... y yo con mi cámara de fotos. Pero porque las procesiones son casi de noche, y porque mi cámara no me ayuda mucho, algunas salen un poco movidas por falta de luz.

Va por ti, mamá. ¡Que Dios te bendiga!

Martes Santo

Procesión del Señor de las Tribulaciones

Sale de la Iglesia de San Francisco va por las calles Villalba Hervás, Valentín Sanz, la Rosa, San Martín, San Miguel, Señor de las Tribulaciones, San Frascisco y regreso a Villalva Hervás.

Concretamente es parte de la zona del Barrio Santacrucero del Toscal es por ello que los vecinos, como cada año, se afanaron en decorar las calles antes de que pasara por ellas la imagen del Señor de las Tribulaciones. Hacen alfombras con sal coloreada y le reciben con cantos de isas y una ofrenda floral de pétalos, que caen de los balcones y ventanas en forma de lluvia y no sólo los toscaleros, sino también muchos santacruceros veneran a esta imagen, que consideran sagrada, porque, según la tradición, libró del cólera a la sociedad de finales del siglo XIX.

Ese es el principal milagro que justifica la devoción del pueblo chicharrero a este busto barroco del "Ecce Homo", de unos 50 centímetros, de la escuela sevillana y autor anónimo, se remonta a 1893 con la terrible epidemia de cólera que asoló el barrio de El Toscal en ese año, y la desaparición de aquel mal. Motivo por el cual actualmente se pide el título de "Señor de Santa Cruz"

Según cuentan, el que pudo ser el primer milagro de esta imagen ocurrió en la primavera de 1795, cuando estaba en el domicilio particular de José Carta, tesorero general de las Reales Rentas, y curó de una grave enfermedad a su esposa, María Nicolasa.

Tras este extraordinario suceso, la imagen del Señor de las Tribulaciones fue donada por José Carta al convento de los Franciscanos y ahora se venera en la Iglesia de San Francisco de Asís.